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Causan infertilidad las enfermedades venéreas

Especial

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30 de Octubre 2017
Aumentan 20% atenciones por problemas para embarazarse

En comparación con los 200 casos de infertilidad que se presentaron en el Hospital Universitario (HU) de Saltillo durante 2016, en lo que va de este año se han atendido 240, por lo que se prevé que esta cifra se incremente cinco por ciento antes de finalizar el año, señaló José Ignacio García de la Torre, jefe del Servicio de Ginecología de este nosocomio.

El especialista dijo que la obesidad, enfermedades de transmisión sexual, la edad y los métodos anticonceptivos utilizados con anterioridad son las principales causas de la infertilidad.

“Las mujeres desean ser madres a una edad muy adulta y eso trae como consecuencia que batallen para embarazarse, otras de las situaciones son la obesidad, la mala alimentación que la persona tubo desde su niñez, así como el haber adquirido enfermedades venéreas graves”.

Para José Ignacio García, otra de las causas que ha originado la infertilidad es el cuidado que las mujeres tienen para no tener familia, pues los métodos que utilizan son suficientes para acostumbrar a la matriz producto (la debilitan).

Para evitar la infertilidad, el ginecólogo recomendó a las féminas que desean no abandonar su sueño de ser madres visitar a un especialista antes de decidir los anticonceptivos para cuidarse, llevar una alimentación adecuada y cuidar su peso, y sobre todo evitar contraer una enfermedad venérea.

Agregó que desde hace dos años Saltillo ya cuenta con un centro donde se realiza la fecundación in vitro, que es dirigido por el doctor Álvaro Ramos, por lo que los saltillenses ya no necesitan viajar a Monterrey para obtener este servicio.

Ahorramos para rentar un vientre

Tener matriz infantil, imposibilitó a Sonia y a su esposo Alejandro para ser padres, como tanto lo deseaban, y es por eso que buscaron la forma de concebir un hijo.

A través de Facebook, en una página que se llamaba Madre Subrogada, la pareja localizó a una joven, de nombre Alicia, quien por 150 mil pesos rentaba su vientre. Tras ver el anuncio, Sonia y Alejandro, en 2011, y luego de cinco años de intentarlo, decidieron alquilar el vientre de la joven.

“Batallamos, teníamos cinco años intentándolo, en ese tiempo supimos que el costo de la subrogación de vientre era de 150 mil y por ello ahorramos hasta abril de 2011 cuando encontramos a la joven”.

Ante la falta de recursos, Alicia, de 20 años, y residente de Ciudad Acuña, decidió poner en renta su matriz, tenía que sacar adelante, a como diera lugar, a sus tres hermanos menores y a su madre, quien padecía diabetes.

Alejandro y Sonia se trasladaron hasta la ciudad fronteriza para pactar el acuerdo y garantizar que todo estuviera bien, los futuros padres dieron en dos partes el pago, el primero a los tres meses de gestación y el resto cuando nació el bebé.

Para Sonia, su deseo de ser madre no sólo era el serlo, sino el tener un hijo que llevara “su sangre” y por ello decidieron utilizar este método para procrear. “Ahora ya gracias a Dios mi hijo está en primero de primaria, estamos muy contentos”, dijo Sonia. “Mira lo feliz que me ha hecho saber que mi hijo lleva un pedacito de nosotros, por eso nunca quisimos adoptar.

Es cuestión de moral: Iglesia

“Más allá de si la maternidad subrogada es pecado o no, hay que tomar las cuestiones de índole moral en las que incurren las personas que llegan a practicarla”, dijo el rector del seminario de Saltillo.

El padre David García aseguró que la Iglesia busca defender la dignidad de todas las personas.

“Esto no es sólo si se trata de pecado o no, es más bien las implicaciones de tipo moral y ético.

En la maternidad subrogada hay el riesgo de que se use con fines de lucro, como ya sucede al parecer en un estado del sureste del país”.

“La Iglesia busca defender la dignidad de la persona humana, aún desde la misma concepción y la dignidad y el respeto en los medios que se usan para engendrarla”.

Añadió que lo más importante es la decisión de las personas, y señaló que nadie debe decidir por ellas, pero aquí señaló que entra la educación de cada persona para que su proceder sea responsable.

“Al final de cuentas importa la decisión de la conciencia de las personas. Y ahí nadie tiene que decir ni decidir, sólo la misma persona”, finalizó el religioso.

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