El Ejército rodea el campamento de protesta en Sudán

JARTUM, Sudán (AP) — Las fuerzas de seguridad sudanesas entraron el lunes en un campamento de protesta en la capital del país, Jartum, según testigos y organizadores de las manifestaciones. Se oían explosiones y disparos de ametralladoras, y una humareda se alzaba desde la zona.

Al menos dos personas murieron, según organizadores de las protestas.

El Ejército intervino tras semanas de pulso con los manifestantes, que reclamaban una transición rápida a un gobierno civil tras la caída en abril del veterano autócrata Omar al-Bashir.

Muchos soldados rodearon la zona de sentada ante el cuartel general del Ejército en Jartum y arrestaban a los manifestantes que intentaban marcharse, dijo Dura Gambo, una activista.

“Aprovecharon las fuertes lluvias de ayer y entraron de madrugada para dispersar a la gente”, dijo.

Los líderes de las protestas dijeron que el Ejército intentaba desalojar la zona de protestas e instaron a sus seguidores a acudir al lugar. Al menos dos personas murieron el lunes por la mañana, según el Colegio de Médicos de Sudán.

Un periodista de Associated Press vio autobuses y soldados a pie bloqueando los accesos a la zona de la sentada. No se permitía a los civiles caminar por la calle, incluyendo mujeres y niños.

Videos que circulaban en internet parecían mostrar a los manifestantes de pie en barricadas bajas de ladrillos en la calle, y después siendo empujados más atrás por filas de agentes vestidos de azul y armados con palos.

Otros videos mostraban a manifestantes corriendo por calles llenas de carpas del campamento, agachando la cabeza mientras se oían disparos.

Decenas de miles de manifestantes llevaban semanas acampados ante la sede del Ejército, el epicentro de un alzamiento en Sudán que llevó a que el Ejército depusiera a Al-Bashir.

Habían prometido quedarse en la calle tras la destitución de Al-Bashir, afirmando que el sistema de gobierno no se estaba desmantelando lo bastante rápido tras 30 años de mandato del expresidente.

Líderes de las protestas y mandos militares negociaban la formación de un gobierno de transición. Los inconformes pedían una “representación militar limitada” en un consejo soberano que dirigiera el país durante su transición a un gobierno civil en tres años.

Los dos bandos están divididos sobre la composición y el mando de ese consejo, ya que los generales que gobiernan el país se niegan a ceder el poder.