Urge 'manita de gato'

Saltillo, Coahuila / 21 Mayo 2018

Por: David González

Foto: Mario González

Pese a que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)  señala que la infraestructura de la Catedral de Saltillo está en buena condición, el delegado en Coahuila, José Francisco Aguilar Moreno aceptó que le hace falta una “manita de gato” pues hay que arreglar el impermeabilizante de las cúpulas que han escurrido sobre las cantera, dejando manchas en color rojo.

El funcionario exhortó a los integrantes del Patronato Pro Restauración de la Catedral de Santiago a que atiendan al máximo templo católico en Saltillo, dado que este tono rojizo da muy mala imagen a este emblemático lugar.

En un recorrido por Capital Coahuila se pudieron apreciar varias fisuras en los muros de cantera así como derrumbes en algunos blocks de tierra caliza. Además de las torres manchadas de rojo y la falta de una “manita de gato” evidente en la catedral.

Asimismo, en el callejón Santos Rojos, ubicado a un lado de dicho inmueble, se aprecian diversas pintas de grafiti, ya que es utilizado por los delincuentes que se dedican a vandalizar todo cuanto lugar se encuentran a su paso.

Pese a esto y otros detalles más en la infraestructura de la catedral, el delegado afirmó que en el tema de monumentos que son patrimonio histórico de la entidad, la mayoría están en muy buenas condiciones incluyendo a la Catedral de Santiago.

El delegado consideró que es más económico siempre hacer un mantenimiento preventivo que el correctivo, que en el caso de la mayoría de los inmuebles antiguos, es la impermeabilización para evitar filtraciones de humedad que puedan dañar los pilares o cimientos.

“Aquí sería invitar a la gente de los patronatos para que atendieran el edificio, nuestra asesoría es gratuita”, indicó Aguilar Moreno.

A su vez, aclaró que el padre Placido, encargado de la catedral, tan pronto encuentra alguna anomalía en la iglesia da aviso al INAH, por lo que siempre están enterados de cualquier fisura, filtración o daños a este inmueble.

El delegado dijo que generalmente, las iglesias en su mayoría  requieren un constante mantenimiento sobre todo en sus cúpulas con impermeabilizantes, por lo que llamó a los encargados de templos históricos a brindar estas acciones preventivas.

4 mil inmuebles conforman catálogo

Por otra parte, el funcionario aseguró que en la entidad se cuenta con un catálogo de monumentos históricos conformado por más de 4 mil inmuebles  donde Saltillo, Parras y San Pedro abarcan la mayoría de estos tesoros.

José Francisco Aguilar Moreno  resaltó que sólo el 5 por ciento son iglesias,  tres por ciento haciendas y el grueso del patrimonio son casonas antiguas. Pero lamentó el desconocimiento de propietarios de estas viviendas, ya que muchas las dejan en el olvido, otras quedan intestadas y otras se caen a pedazos.

“Al ver el catálogo, observamos que se consideran monumento históricos hasta casa particulares  y en eso yo tengo la injerencia de restaurar las obras, más no de obligar a los usuarios”, dijo.

El delegado señaló que eso no pasa con las iglesias o templos que al ser inmuebles prestados por el estado, los encargados tiene la obligación de darles mantenimiento incluso bajo supervisión de Protección Civil.

Aceptó que eso no pasa con los dueños de las casonas que en muchas ocasiones prefieren que se caiga la construcción al pensar que le van a sacar provecho al terreno.

“Dejarlos caer no es la mejor opción porque tarde que temprano al querer pedir un permiso de construcción o venta, se encuentran en el catálogo y deben  dejar el edificio en sus condiciones originales”, señaló.

Señaló que hay casas por ejemplo en Saltillo que ya están al punto del derrumbe, pero no puede intervenir, solo hasta que pretendan iniciar un proyecto nuevo en el mismo sitio.

A su vez, recordó que el edificio más antiguo está a la entrada del Ojo del Agua y que es una represa de la época de Francisco de Urdiñola, la Iglesia de San Esteban, la Misión de San Bernardo y la Hacienda del Marquéz de Aguayo.

Explicó que en los  últimos años el INAH ha intervenido en una docena de proyectos de restauración en la que participan los tres órdenes de gobierno para no dejar morir su patrimonio histórico y que principalmente son edificios públicos, sin que corra la misma suerte de las casonas que quedan en el olvido por sus herederos