Capital Coahuila
WWW.CAPITALCOAHUILA.COM.MX
Jueves 25 de Abril 2024
UnidadInvestigación
| | |

La riqueza oaxaqueña cautivó a saltillenses

Foto: Mario González

Foto: Mario González

17 de Mayo 2018

Saltillo, Coahuila / 17 Mayo 2018

Por: David González

Foto: Mario González

Al ritmo de la Guelaguetza, ecos mixtecos y jarabes al son de la marimba, arpa y jarana, se despidió de Saltillo, el tianguis de Oaxaca que deleitó a por lo menos 5 mil asistentes que disfrutaron de la gastronomía y una muestra de las raíces de la tierra donde nació Benito Juárez.

La Plaza de las Ciudades Hermanas, ubicada sobre el bulevar Coss, se convirtió en un rincón típico del sureño estado con la presencia de 40 estands que se instalaron por invitación del patronato de las Ciudades Hermanas.

Pero como la felicidad llega por el estómago, las cocinas típicas con los platillos oaxaqueños tradicionales fueron el deleite de chicos y grandes que no dejaron escapar la oportunidad de degustar una verdadera delicia. Al final de los puestos se ubicó el área de los guisos, donde los comensales igual pedían el famoso mole verde, negro,  amarillo y almendrado que las socorridas Tlayudas, acompañadas de tasajo, cecina y chorizo, acompañadas por sus aguas frescas de jamaica, horchata o chilacayota.

Agasajo a los sentidos

Por su parte, el presidente del patronato de las Ciudades Hermanas, Jesús Castilla Sánchez, dijo que esta exposición fue todo un éxito durante los 15 días en que duró esta fiesta de colores y sabores oaxaqueños.

“Tuvo mucho éxito porque trae productos hechos a mano directos del productor al consumidor, además del restaurante con la comida típica de la región”, señaló el empresario.

En los pasillos de esta completa muestra, se podían respirar aromas a mole, chocolate, guisos y hasta pan de nata, todo un manjar para quienes pasaban por allí luego de haber tenido su jornada laboral.

Entre los jóvenes y niños las nieves de sabores causaron una sensación pues había más de 50 sabores exóticos que los artesanos ofrecían a los saltillenses.  Y con este calor, pues cualquier helado se antoja.

Los chapulines y los gusanos de maguey  fueron una tentación para los provincianos, pues la sola idea de comer un insecto frito, salado y enchilado, era todo un reto pero que al final se lamentaban de no haberlo probado antes.

En puestos que franqueaban los pasos de los visitantes se podrían escoger desde la famosa orfebrería del sur, las ollas de cobre, las guayaberas tejidas a mano y sombreros de paja de las palmas de esa zona.

Además se podía surtir una despensa gourmet con queso Oaxaca, moles de todos los colores y sabores, chocolates para el molinillo y café del más puro y fino aroma oaxaqueño que en los grandes centros comerciales se vende a precios muy altos.

Otro de los puestos que más llamó la atención fue el de bisutería para mujer, pues había delicadas pulseras, aretes, collares de todos los colores y que tenían un costo bastante accesible. Las mujeres eran las que más se acercaban a deleitarse la vista con estos productos hechos a mano que pueden ser usados para cualquier ocasión.

Los licores como mezcales y rompopes de pistache, cacahuate y nuez también parte de lo que se apreciaban en los estands. Es así que se tendrá que esperar un año para volver a deleitar la vista y los paladares el sabor de esta tierra del sur, luego de señalar los organizadores que será hasta la próxima primavera cuando regresen a la capital coahuilense.

Encuentra más notas sobre