Estudiantes asumen el reto

CUNA POBRE, ESTUDIANTES BRILLANTES

TERESA QUIROZ

Pese a las adversidades económicas, dos estudiantes de Landeros, una pequeña congregación de apenas 69 habitantes de Ramos Arizpe, aspiran a ser los mejores del país.

Estefanía Gallegos y Felipe Ángeles, de 11 y 10 años, respectivamente, obtuvieron 43 de 57 puntos en su evaluación escolar, lo que los coloca entre los mejores 100 pupilos a nivel nacional, y en el marco del Día del Estudiante arribaron a Saltillo para completar las pruebas de la Olimpiada del Conocimiento.

Estefanía Gallegos comentó que para ser mejor sólo hacen falta ganas y agregó que pese a las adversidades económicas, ella ha logrado destacar entre los estudiantes de su comunidad.

Por su parte, Felipe Ángeles expresa que la Olimpiada del Conocimiento no es más que un escalón en su preparación, pero sirve para demostrar que cuando se quiere se puede llegar muy alto.

“En mi casa me apoyan mucho, vamos a una escuela de Conafe y ahí trato de aprender todo para que mis papás vean que el esfuerzo vale la pena”, indicó.
Ambos entrevistados concordaron en que las limitaciones económicas no han sido impedimento para continuar sus estudios, pues actualmente cursan el sexto año de primaria.

DEJÓ SU PUEBLO PARA PERSEGUIR UN SUEÑO

MARTHA BRIONES

Ella es originaria de Parras de la Fuente, uno de los Pueblos Mágicos de Coahuila. La falta de oportunidades para seguir estudiando la obligó a emigrar con toda su familia a Ramos Arizpe, donde a base de dedicación y empuje ha logrado tener el más alto promedio académico y ahora es considerada la mejor alumna de su generación.

Se trata de Catherine Yudith Macías Gallegos, quien en dos meses concluirá su preparatoria con especialidad en autotrónica en el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecytec) “Felipe Santiago Carrillo Puente”, en el corazón del parque industrial Santa María de Ramos Arizpe.

CAPITAL COAHUILA conversó con Catherine sobre su experiencia como estudiante y lo que espera en su futuro.

“Cuando salí de la secundaria, allá en mi tierra, pensé: ahora qué sigue. No había opción. Muchos jóvenes como yo se quedan cada año sin oportunidad de entrar a la escuela, porque en Parras no hay esa posibilidad. Por más vueltas que le daba no sabía dónde”, confiesa y se dice afortunada de que sus padres, después de mucho analizarlo, hayan decidido mudarse.

Muestra seguridad y además, para su corta edad, 17 años, es una joven madura.

Catherine tiene una beca por promedio, superior a 9.5. “Ha sido un reto para mí. Estoy por salir de la preparatoria técnica y me siento feliz. Pronto ingresaré a la universi- dad donde mi intención es seguir en una ingeniería para poder tra- bajar en una empresa”, comenta.

¿Qué representa el Cecytec para tí?

“Es una gran oportunidad para emprender en los estudios, para que podamos echarle ganas y seamos mejores personas, primero por ti y luego por tu comunidad.

“Hace tres años -relata- el cambio de Parras, fue muy drástico para toda la familia, pero lo teníamos que hacer. Allá no había nada, así es que hicimos maletas y cambiamos muebles y aquí estamos, yo dispuesta a seguir con una carrera que me permita trabajar en la industria aquí mismo, en la región”.

Conocedora de los números, Catherine dice que más del 70 por ciento de los jóvenes de Parras emigran a otras ciudades para seguir estudiando. La mayoría llega a Saltillo y a Ramos Arizpe, donde se registra la mayor actividad.

“Es triste salir de donde eres, pero tienes que hacerlo si quieres algo mejor”, dijo.

La joven comenta que aprovechará la primera oportunidad para pedirle al gobernador Rubén Moreira Valdez que al igual que apoya a Ramos Arizpe y a otros municipios del estado, también lo haga con Parras de la Fuente.

“Que tome en cuenta cada necesidad de los municipios, lo que haga más falta, por ejemplo en mi ciudad faltan escuelas. Que construya escuelas y también empresas para que no tengamos que abandonar nuestras raíces”, finalizó.

AMAIRANY QUIERE SALVAR VIDAS

DAVID GONZÁLEZ

Una de las carreras para las que se requiere esfuerzo físico y corazón es la de enfermera. Te forjas para servir y al mismo tiempo dar amor, expresa Amairany Torres Oranday, alumna de la enfermería general de la Cruz Roja.

Para ella estudiar esa profesión tan loable significa aprender del cuerpo humano y de la vida para atender a los semejantes.

Mencionó que un estudiante debe valorar lo que cada día aprende, absorber de sus maestros los conocimientos para adquirir la suficiente seguridad y preparación para enfrentar la realidad.

Destacó que esta carrera no es como otras en las que se aprende a reparar cosas, pues aquí se trata de salvar vidas.

Amairany es estudiante del sexto semestre de Enfermería, está a punto de culminar su preparación y dice sentirse lista para brindar su servicio a la sociedad.

Se avizora aplicando sus conocimientos en alguna institución como el Hospital General o el Centro de Salud Mental de Saltillo, aunque irá, por supuesto, a donde la requieran.

OPB